La caravana naranja 2021 recorre 2.272,5 kilómetros sumando para el pádel

10/11/2021
El particular cuentakilómetros de la caravana naranja ha sumado durante 2021 cerca de dos mil trescientos kilómetros. Marbella, Lerma, La Nucía, Calanda, Albacete y Alfafar han acogido y abrazado en su primera y exitosa temporada a los renovados World Padel Tour Challenger.

A continuación nuestro particular cuaderno de bitácora de tan prometedor y emocionante viaje que, con toda seguridad, reeditaremos en 2022 con alguna de las mismas sedes y con nuevas. Pero como llegará el momento de anunciarlas, hasta entonces, acompáñanos en nuestra primera aventura naranja.  

Marbella km 0

El kilómetro cero de la caravana naranja WPT Challenger 2021 iba a ser, finalmente, Marbella. Y decimos ‘finalmente’, porque debíamos haber arrancado en El Puerto de Santa María, Cádiz, allá por la tercera semana de julio. 

No pudo ser entonces, pero, en próximas ediciones, seguro ‘tocaremos puerto’ en la conocida como ‘ciudad de los Cien Palacios’. Y la que fuera cuna del poeta Rafael Alberti nos envolverá con su calor, su luminosidad y olor a salitre. 

En su lugar, la localidad de la Costa del Sol malacitana nos recibió, del 12 al 18 de julio, con los brazos abiertos y un calor sofocante. 

La Cañada Shopping Padel Center acogió el descubrimiento del secreto mejor guardado de los renovados World Padel Tour Challenger, su pista central de líneas naranjas, única en el mundo del pádel.

Fue una semana intensa y de jornadas de pádel interminables (la de 1/4 de final masculinos se cerró a las 12:45 horas). Pero, qué otra cosa podíamos esperar en una de las ciudades que veía nacer el pádel en España en los años ochenta. 

Eso sí, las más de setenta personas que hemos trabajado en esta primera aventura naranja, poco o nada pudimos disfrutar de su precioso casco antiguo de típicas casas andaluzas con balcones llenos de flores o de su Plaza de los Naranjos. De sus restaurantes y terrazas, y del ocio nocturno y el famoseo marbellí. Estábamos aún en plena pandemia y con severas restricciones horarias para la hostelería.

Finalizado el torneo, desmontamos la recién estrenada pista, y de vuelta a los camiones. Nuestra segunda parada, distaba 782,5 km de Marbella.

Lerma Km 782,5

La pequeña y monumental localidad burgalesa nos recibió el 26 de julio con sol y temperaturas agradables para tornarse, con el paso de los días, en frías y con viento desapacible. Cambios climatológicos que, a punto, estuvieron de ‘aguarnos’ las semifinales y finales. 

Pero, sin duda, Francisco de Sandoval y Rojas, I conde de Lerma, valido de Felipe III y ‘cardenal’ para salvar sus postreros días de vida, intercedió por nosotros ante el Altísimo y libramos por los pelos.

La amplia plaza mayor de la villa situada a los pies del Palacio Ducal, a día de hoy reconvertido en Parador nacional, abrazó el 20×10 naranja y lo confirió cierta majestuosidad. Su implantación no restaba valor al conjunto arquitectónico, aunque sí fastidiaba la foto de los turistas ocasionales que, como nosotros, gustaban del deleite visual del lugar. 

Pero, afortunadamente, en Lerma no faltan atractivos para el visitante como la Colegiata De San Pedro, la plaza de Santa Clara o el arco medieval de entrada al casco antiguo. Y qué decir de sus asadores y de sus platos estrella como el lechazo asado, las chuletillas de cordero (‘de palo’, la mayoría) y las mollejas. 

En esos días, Casa Antón, todo un clásico para los amantes de la buena cocina castellanoleonesa, se convirtió en nuestro lugar de avituallamiento, donde nos hicieron sentirnos como en nuestra propia casa.

La Nucía Km 1.350,9

Ahítos de lechazo y con nuestros gaznates aún húmedos de rico clarete, pusimos rumbo a La Nucía, en tierras alicantinas. 

Del 9 al 15 de agosto, teníamos reservada parte de su Ciudad del Deporte Camilo Cano, uno de los complejos deportivos más modernos que hay en España y un referente nacional e internacional para la práctica de cualquier deporte al aire libre. 

El calor fue la nota dominante durante esos días, en los que la familia naranja nos tuvimos que conformar con las vistas del Mediterráneo que se divisaban desde el promontorio en el que se alza La Nucía. Una ‘deliciosa’ y acogedora localidad, tal y como reza su nombre árabe ‘Naziha‘, situada en un valle de frutales. 

Y fue en la La Nucía, donde los renovados World Padel Tour Challenger registraban, por primera vez, el número máximo de inscripciones posibles, 96 parejas masculinas y 56 femeninas. En total, 304 jugadores/as que nos llevaban a organizar más de 350 partidos y a emplearnos a fondo.

Lo que nos impedía disfrutar no sólo de este gran ‘parque temático del deporte nacional’, sino también de las localidades próximas de Altea y Benidorm, y sus espectaculares arenales, las playas de Poniente y Levante, y la Olla y L‘Espigó, respectivamente.

Calanda Km 1.752,2

Sin tiempo casi para recuperarnos del cansancio y, aún algo ‘estofados’ por el calor acumulado, la caravana naranja, mediado su ambular y en busca de nuestro cuarto torneo, partía para la comarca del Bajo Aragón, hacia Calanda y Alcañiz, donde nos hospedábamos.

Era finales de agosto y llegábamos con calma y sin hacer excesivo ruido, pero con la clara intención de “poner una pica en Flandes”. Nuestra ‘pica’ era el pádel y el ‘Flandes’ bajoaragonés, su pasión por la velocidad y el motor.

Empezamos con la implantación de nuestra pista central, el verdadero corazón naranja de los Challenger, en la centenaria plaza de toros de Calanda. Los convecinos del más ilustre de los calandinos, el cineasta Luis Buñuel, se acercaban durante el montaje para ver qué estaba pasando en el coso y preguntaban qué era eso del pádel. La curiosidad se palpaba en el ambiente e iba ‘in crescendo’. 

Así el domingo de las finales, los tendidos de la plaza estaban a rebosar, dentro de las limitaciones impuestas por la pandemia, y el público asistente asistía enfervorizado a un espectáculo deportivo de primer orden que nada tenía que ver con las dos o cuatro ruedas. 

Y si ese día, el mismísimo Buñuel hubiera puesto sus manos manos sobre una de las paredes de la plaza se hubiera estremecido. No sólo, por el sentir de los atronadores tambores de la ‘Rompida de la hora’ habituales en Semana Santa, que los hubo, sino también por la agitación que provocaron entre los asistentes los maestros y maestras de la pala sobre el 20×10 naranja sin quemar rueda alguna.

Sabedores de que habíamos conseguido nuestro objetivo. Y no, porque lo dijésemos nosotros, sino porque los alcaldes de Calanda y Alcañiz confirmaban que el próximo año la caravana naranja recalaría de nuevo en sus municipios. Nos hicimos con unos cuantos kilos de melocotón tardío calandino y, tan ricamente, tomamos camino de Albacete.

Albacete Km 2.090,4

En el tránsito entre septiembre y octubre (del 27 al 3), nos acogía la histórica ciudad castellanomanchega de Albacete, conocida en el mundo entero por su industria cuchillera.

Las fuerzas empezaban a flaquear, pero contagiados por el empuje y la perseverancia de los albacetenses reinventores de la cuchillería, nos pusimos manos a la obra a redescubrir los renovados Challenger. 

Y a fe que lo conseguíamos, gracias a un buen número de aficionados/as al pádel castellanomanchegos/as que llenaron, nuevamente y dentro de lo permitido por la pandemia, el tendido de sol de la monumental plaza de toros de Albacete, popularmente conocida como ‘La Chata’.

Ya había sido espectacular el interés de los medios informativos locales por nuestra propuesta y evento deportivo. Fue, sin duda, la ‘photo opportunity’ o rueda de prensa al estilo World Padel Tour de presentación oficial más multitudinaria que hemos tenido, tanto por el número de autoridades como de informadores presentes.

En esta ocasión, tampoco hubo para nosotros fotos en el Pasaje Lodares ni en la Posada del Rosario ni junto al monumento al cuchillero ni frente al Museo de la Cuchillería. Tampoco tuvimos tiempo, a pesar de los encargos, para comprar las típicas navajas albaceteñas.

Pero sí disfrutamos, aunque trabajamos duro para ello, de una gran torneo, en el que se vieron magníficos partidos protagonizados, en la mayoría de los casos, por segundos espadas, ya que los cabezas de serie se cayeron del cuadro con prontitud. 

En definitiva, un poco de savia nueva que es de la que se nutren básicamente los Challenger y, por ende, el circuito profesional World Padel Tour.

Así, con el corazón agitado por las emociones vividas, recogimos nuestro ‘petate naranja’ y afrontamos los últimos 182,1 kilómetros que nos restaban para completar nuestra particular ‘andadura’.

Alfafar Km 2.272,5

Ahora sí que sí, con Alfafar los World Padel Tour Challenger 2021 llegaban a su meta y la congoja se palpaba. 

Volvíamos agotados a la casa que los vio nacer, al SUMA Fitness Club Alfafar, regentado por Ultimate Padel Company, empresa explotadora de los renovados Challenger hasta 2023.

Y hubo de todo. Sorpresas deportivas una vez más protagonizadas por jóvenes jugadores/as, exhibición mixta profesional en ‘vis cómica’, agasajo a patrocinadores, colaboradores y trabajadores Challenger (por separado y no revueltos), paella, mucha paella (después del lechazo, paella), castillo de fuegos artificiales y traca valenciana final. 

Fueron muchos los elogios recogidos desde todos los ámbitos, también se apuntaron algunas sugerencias de mejora que, sin duda, no caerán en saco roto. Pero la sensación en toda la familia naranja era de que habíamos llegado al final de nuestro viaje y nos teníamos que separar, aunque fuera sólo temporalmente. 

La emoción era tal que el plomizo cielo con el que amanecía ese último domingo en la localidad valenciana, situada en la comarca de la Huerta Sur y que, en lugar de cultivar de arroz y cítricos, acoge cada día a más y más centros comerciales, decidió explotar y soltar sus propias lagrimas en forma de llovizna. Menos mal que empezó a llover habiendo concluido la final masculina y, más o menos, la última entrega de premios de los Challenger 2021.

En fin, ahondados en ‘Alfolfar’, nombre original de Alfafar, aparcábamos nuestra caravana naranja y se disgregaba la comitiva. 

Habíamos recorrido juntos cerca de 2.300 kilómetros acercando a muchos/as aficionados/as un pádel del más alto nivel, gracias a jugadores/as veteranos/as y menos experimentados, presente y futuro del circuito profesional, que luchan por hacerse un hueco en el ‘top’ mundial.

A todos/as, gracias y amenazamos con echarnos de nuevo a la carretera en 2022. 

¡Súbete tú también a la caravana naranja!

 

Compartir

Compartir

Compartir

Suscríbete a nuestras noticias

¿Quieres recibir todas nuestras noticias sin excepción?

Únete a la comunidad WPT Challenger y estarás al día de lo que se cuece en la pista y en sus alrededores.

Ultimate Padel Company, SL (UPC) es la Responsable del tratamiento de tus datos, con la finalidad de gestionar tu inclusión en la comunidad WPT Challenger y de remitirte comunicaciones con novedades, promociones y nuevos servicios. Tienes derecho de acceso, rectificación, supresión, limitación, oposición al tratamiento y portabilidad. Puedes ejercitar tus derechos en challenger@wptchallenger.com.  Más información en nuestra Política de Privacidad

Juego al pádel desde los 18 años. Yo jugaba al tenis y una amiga me invitó a un torneo de pádel. Yo no tenía ni idea. Ganamos el torneo y quedamos como pareja número 1 de México en 18 años y menores. Y de ahí, me seleccionaron para representar a mi país en el Mundial de Menores en Sevilla, 

Mi familia es superdeportista. Practiqué de todo, tenis, fútbol, hice muchos triatlones y Ironman 70.3.

El pádel se me hace un deporte superdivertido, se juega en pareja y lo puede jugar cualquier persona.

¿Desde cuándo en el circuito profesional?