Jorge Ruiz empezaba a competir en World Padel Tour a finales del 2014. Comenzaba con un amigo, y con la intención de probar y ver si podían ser competitivos en el circuito profesional. Siete años después, en 2021, el jugador de Torrelavega jugaba su primera semifinal en el Albacete Challenger, su mayor logro entre los mejores. Y en lo que va de la presente temporada ya ha disputado dos cuartos de final, de nuevo, en el Albacete Challenger y en el Bajo Aragón Challenger de Calanda.
“No es que se me den bien los Challenger, pero me gusta el formato” -confiesa el número uno de Cantabria- “A los jugadores de menor ranking, estos torneos nos ofrecen la oportunidad de tener más visibilidad, coger puntos y poder estar en las rondas finales de los torneos World Padel Tour”.
Entre serio e introvertido como buen cántabro que es, se considera un jugador regular que siempre trata de dejarlo todo en la pista. Asegura ser de los que no da nada por perdido hasta el final y que, siempre que salta a la pista para disputar un partido, se centra en dar el máximo nivel.
“Hoy en día, si quieres estar en cuadro tienes que jugar a muy buen nivel muchas semanas del año” -asegura Ruiz- “El nivel es muy alto e igualado, y lo más importante es dar lo mejor de ti en cada partido para poder subir en el ranking y tener posibilidades de pasar más eliminatorias”.
Modesto y agradecido al pádel, reconoce que nunca se hubiera imaginado que podría dedicarse al cien por cien a competir y vivir de lo que más le gusta. Además, le enorgullece “siendo de Cantabria y entrenando en Cantabria”, poder jugar con todos los mejores jugadores del mundo y compartir con ellos cada torneo.
Pero, por encima de todos ellos, Guillermo ‘Willy’ Lahoz, “un referente para mí y del que he aprendido mucho”. Para “el amigo que me dio el pádel”, Ruiz sólo tiene palabras de elogio y gratitud: “Día a día durante cinco años y de manera totalmente desinteresada, me ayudó a subir mi nivel y me hizo coger el ritmo de los mejores”.
Ojalá que, en un futuro y ya como entrenador, este jugador cántabro de Torrelavega, a quién sus paisanos le atribuyen parte de la popularidad del pádel en la comunidad autónoma uniprovincial, pueda devolver todo lo bueno que el pádel parece le está dando.