La toledana Verónica Virseda hace once años dejaba la raqueta de tenis por la pala de pádel. Lo hacía por pura casualidad, ya que su padre necesitaba un cuarto jugador para completar un partido y se acordó de su hija. Pero, para 2015, ‘Vero’ ya jugaba como profesional el circuito World Padel Tour. Y han tenido que pasar algunos años más, tantos como siete, para que junto a Bárbara Las Heras, “la mitad del tándem”, hiciese realidad esa primera gran victoria que tantas veces había soñado.
Su triunfo en el TAU Cerámica Bajo Aragón Challenger, tras vencer a Llaguno & Riera en una semifinal épica que se alargaba más allá de las tres horas, le provocaba una alegría inmensa “al sentir que por fin lo había conseguido”. Aquel ‘premio’ suponía toda una gran recompensa, “por el sacrificio y el duro trabajado de tantos años”. Pero el 2022 estaba siendo excepcional, ella y Las Heras eran la pareja revelación de la temporada. Y como, según Virseda, “lo importante para conseguir lo que esperas es no desistir nunca”, el premio gordo le llegaba en forma de convocatoria para formar parte del equipo español femenino que tratará de revalidar en título de campeón mundial en Dubai. “Tomar parte en un campeonato mundial representando a tu país implica una responsabilidad y, a la vez, un orgullo indescriptibles” -confesaba Vero Virseda- “Y lo afrontaré con muchísimas ganas”.
A quienes integramos la familia naranja y la hemos visto jugar en directo en tierras bajoaragonesas, no nos cabe duda de que jugará como promete. Por que, en pista, Verónica Virseda es una trabajadora incansable, siempre motivada y espectacular, que tiene en el remate su mejor golpe. Una jugadora disciplinada, que se toma muy en serio todo lo que hace desde la nutrición, los entrenamientos y los partidos. Y ese, sin duda, es para ella el secreto de su éxito: “Vengo del tenis, un deporte muy exigente, en el que aprendí que el esfuerzo para conseguir algo es innegociable”.
Conozcamos un poquito más a esta deportista y profesional del pádel, licenciada en Educación Física y que gusta de vivir en un pueblo pequeño (Valmojado,Toledo), rodeada de naturaleza, libre y en tranquilidad. Y que, al principio, cuando entraba en pista, “pasaba nervios, porque pensaba mucho en las cosas externas del momento” -asegura Virseda– “Ahora ya no, aunque sigo teniendo los nervios de hacerlo bien en cada partido, sea cuál sea el lugar donde juegue y haya o no espectadores”.