En el “territorio deportivo”, Chocolates Lacasa tuvo su bautismo en 2009. En diciembre de ese año, la empresa familiar jacetana firmaba un acuerdo con Grupo Aramón, propietario de las estaciones de esquí de Cerler, Formigal, Javalambre, Panticosa y Valdelinares, que garantizaba la presencia de sus productos en estos centros invernales.
El compromiso alcanzado contemplaba, entonces, tanto la distribución de 17 referencias de productos Lacasa en los puntos de restauración de la estaciones de Aramón, como la presencia de Conguitos y Lacasitos en los espacios infantiles de éstas.
Más tarde, en enero 2018, colaboró con el alpinista, explorador y presentador de televisión Jesús Calleja y se convirtió en uno de sus patrocinadores en esa edición del París-Dakar. Así, no sólo estuvo presente en su 4×4 con la marca Lacasa, sino también fue mencionada por Calleja en sus posts del Dakar, haciéndola partícipe de su aventura.
Ahora, el pádel es el nuevo territorio deportivo en el que Chocolates Lacasa busca desarrollar sus valores, ligados a la diversión y a la buena energía. Valores siempre positivos que cuentan, como ya hemos comentado, con dos activos valiosos, los Conguitos y los Lacasitos.
Desde su nacimiento en 1961, los Conguitos nos han acompañado con toda su autenticidad y sabor. Han mantenido, desde el principio, su misma esencia de calidad y sabor, unidos a un reconocimiento visual inmediato de marca y, por supuesto, reconocimiento musical, gracias a su famosa canción.
Los Lacasitos, marca absolutamente líder en confitería, vieron la luz en 1982. En Lacasa, creen que “los niños y niñas deben divertirse siempre como niños y niñas”. Por eso, la diversión de Lacasitos acompaña a los consumidores durante toda la vida. Y gusta a todas las edades en cualquier formato: en tubos, en tableta, en chocolatina, en huevo sorpresa, en paraguas de chocolate, etc. Las posibilidades son infinitas.
Pues sea. En UPC, estamos encantados y encantadas con que Chocolates Lacasa, con sus Conguitos y Lacasitos, traiga a los WPT Challeneger su cariño, simpatía, diversión y buen rollo. Y si es a través de sus cacahuetes bañados en chocolate mejor que mejor.